lunes, 14 de mayo de 2012

UN GRAN NEGOCIO - LOS SABUESOS PERROFLAUTAS

UN GRAN NEGOCIO (sin ánimo de lucro) -
LOS SABUESOS PERROFLAUTAS


Siguiendo el consejo de un "brillante periodista" (gatogaitas), los perroflautas canarios hemos decidido "en asamblea popular y democrática" - of course - montar un gran negocio sin ánimo de lucro. El negocio se llama: EL CAMIÓN DE LA BASURA.
Vamos a meter en "EL CAMIÓN DE LA BASURA" a todos aquellos gatogaitas-soplagaitas que dejan olor de petardo en cada artí-culo indeterminado que depositan en las letrinas desinformativas que les permiten el acceso. La porquería debe ser retirada de los lugares públicos por donde transita la gente decente.
El negocio consiste en retirar de la circulación al "gatogaitas-soplagaitas" en cuestión por término de UN MES. Los "perroflautas internautas" comunicaremos el "pedazo de periodista" que ha tenido el honor - motu proprio - de entrar en "EL CAMIÓN DE LA BASURA".
En ese espacio de espacio tiempo, el espacio donde ha dejando "su basura" no volverá a ser leído, escuchado y visto...para sentencia. Será el propio medio de comunicación - en ese espacio tiempo - el que se encargue de reciclar la porquería.
En ese espacio de tiempo no puede volver a entrar en "EL CAMIÓN DE LA BASURA" (puede acostumbrase a su popularidad); a no ser que se trate de un hecho flagrante y tenga que ser el medio de comunicación que le ha permitido la porquería el que entre en "EL CAMIÓN DE LA BASURA" por espacio tiempo de DOS MESES; y así...su excesiva-mente.

Extracto del consejo del "gatogaitas-soplagaitas" Salvador Sostres:
Compartí terraza de hotel con uno de ellos, formado por una periodista y cuatro funcionarios más que la acompañaban: total, para dos conexiones de minuto y medio. Qué fácil es quejarse cuando puedes gastar sin reparar en gastos porque es otro quien paga.

El olor a petardo era ya un perfume cuando partí a cenar con mi esposa. Después de tanto bongo y tanto caos, y del atroz museo de la bamba, la bermuda y la camiseta que por unas horas fue el paisaje de mi vida, una mesa con manteles y servilletas me supo a civilización reconquistada, a altísimo triunfo.
Queda claramente claro la brillan-tez del "gatogaitas" que ya tuvo una brillantisima actuación en un programa de televisión, cuando descubrimos sus infantiles gustos "culinarios". Los "gatogaitas" que le acompañaban no tuvieron obsta-culo para reirle la maldita gracia catalana.
Ahora - después de tener que aguantar a una compañera de profesión y cuatro funcionarios que gastan sin reparar en gastos porque es otro el que paga - para informar sobre "esa bazofía de indignados" que se expresan libremente para pedir un mínimo de DECENCIA en todas y cada una de las instituciones de este país - se dispone a cenar con su querida esposa en un distinguido restaurante con mantel y servilletas; y es que todavía queda gente civilizada en este país y "periodistas" con elegancia y clase...particular.
Bueno, el negocio tratará de ir llenando EL CAMIÓN DE LA BASURA de los gatogaitas del todos los colores.
Los perroflautas (vagos y maleantes) vamos a transformarnos en magistrados sabuesos en busca de gatogaitas y soplagaitas y viceversa y coincidencia.
Vamos a fiscalizar a todos esa casta de "perriodistas" - señoritos/as para ser-vicio - que se pasan - un día sí y otro también - ejerciendo "la profesión" LA VOZ DE SU AMO - por todos aquellos medios de comunicación que les permiten su "brillante" presencia.
Ya saben como es el EL GRAN NEGOCIO (con ánimo de lucro) DEL PERIODISMO ESPAÑOL: "Un paiz de izquierdas y un mundo de derechas"
Igual te los encuentras en "El gato albino" (lo importante es que cace ratones); en el "Te veo pero me cuesta (creerte)"; en "Al rojo herido"; en La Ración; o en el paradigmático perseguidor de perroflautas - " Fe de Rico también llora" - el gatogaita de ideologia itinerante. Desde la izquierda recalcitrante hasta el reino de los cielos y vuelta a empezar. Joder, qué tropa.
Bueno, en Canarias, de gatogaitas de ideología itinerante son casi todos. También es normal, el pescado abunda en las islas y en chicharrolandia los gatogaitas viven como pez en el agua. Ahora están en busca de acabar con "Pio-Pio-Lín"
La negación del ocio será un GRAN NEGOCIO para todos los demócratas. No podemos permitir que cuatro gatogaitas sigan maquillando la realidad española con ánimo de lucro.
Llenar el camión de basura de gatogaitas-soplagaitas que se disfrazan de PERIODISTAS será un GRAN NEGOCIO. UN GRAN NEGOCIO (sin ánimo de lucro) PARA LA DEMOCRACIA REAL EN TODA ESPAÑA.
LOS SABUESOS PERROFLAUTAS
Gran negocio: DEMOCRACIA
Periodistas caraduras
Recogiendo "gatogaitas"
EL CAMIÓN DE LA BASUSA
PRIMER ARTÍCULO QUE ENTRA EN "EL CAMIÓN DE LA BASURA"
El camión de la basura
Sabías que estabas llegando a la manifestación por el olor a petardo y a cerveza, con toque de fondo del vino estrepitoso que se usa para los calimochos. Gentío considerable pero sin exagerar. Como cuando te toca un equipo menor en los cuartos de la Champions. Ambiente festivo, los entrañables bongos con su tam-tam selvático que nunca faltan en este tipo de concentraciones, camisetas de colores con toda clase de alusiones, banderas republicanas y globos. La tremenda irresponsabilidad de muchos padres que acudieron con sus niños, algunos incluso bebés, sabiendo que la bronca no es inusual en días como estos y que algunos no dan la fiesta por concluida hasta que no hay palos y corridas.

De todos modos, ayer, muchos más barrenderos que policía y muchos más camiones de basura que furgones de los Mossos. La higiene fue previa a la democracia y sin desodorante no hay convivencia. Son cosas que estos chicos no saben, y por eso no progresan y se les va toda la fuerza en tonterías.

Elaboradas pancartas con consignas más o menos originales. Si todo el tiempo que les ha llevado prepararlas lo hubieran aplicado a hacer algo productivo y con sentido tal vez en España no habría cinco millones de parados. Pero por lo visto ayer, y lo visto hace un año, y por lo que vemos y escuchamos cada día, no se trata ni de esforzarse ni de luchar, sino de protestar de todas las maneras posibles, de buscar culpables reales o imaginarios y de irse de fiesta entre risas y vasos de plástico y que María no falte. Si se trata de beber, como escribió el jueves ArcadiEspada, pues bueno, pues vale, pero si los tipos que ayer se concentraron en plaza Cataluña y alrededores pretenden decirnos en serio que tienen un modo alternativo y más eficaz y más preciso de organizar el mundo, la única respuesta sensata fue la que les dio el Ayuntamiento de Barcelona mandándoles el camión de la basura. Porque eso es lo que va a quedar cuando todo acabe: una terrible resaca y una ingente cantidad de porquería. Es lo que quedó del 15-M y es lo que queda de todos los quejicas.
Decía Poe, en su ensayo sobre Hawthorne, que todo poema debe ser breve porque de lo contrario se perdería la «unidad de efecto». Leopoldo María Panero dice que también todo cuento debe ser corto y que lo importante es saber acabar. Este movimiento, asambleario y disperso por naturaleza, carece de cualquier intensidad por mucho que varios miles de personas se junten un sábado al año para liarla parda en una plaza, se ha alargado y se alargará tanto como dure la inconsistencia y el fracaso personal de sus promotores, y desde luego no ha sabido acabar, ni llegar a ninguna conclusión concreta y asumible para una inteligencia razonadora.

TV3, que ha sido el mayor aparato de agitación y propaganda de los indignados, desplegó varios equipos de periodistas en la zona afectada. Compartí terraza de hotel con uno de ellos, formado por una periodista y cuatro funcionarios más que la acompañaban: total, para dos conexiones de minuto y medio. Qué fácil es quejarse cuando puedes gastar sin reparar en gastos porque es otro quien paga.

El olor a petardo era ya un perfume cuando partí a cenar con mi esposa. Después de tanto bongo y tanto caos, y del atroz museo de la bamba, la bermuda y la camiseta que por unas horas fue el paisaje de mi vida, una mesa con manteles y servilletas me supo a civilización reconquistada, a altísimo triunfo.

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