sábado, 20 de marzo de 2010

EL TERCER CHISTE DEL CABALLO "GANADOR"

Pedrorico, contaba chistes de caballos para referirse a un político español, al que, entre él y Fede J., haciendo uso de la libertad de "es-presión", le han dado fusta a más no poder.
Lo mismo hacen - con determinados políticos - algunos "periodistas" en Canarias.
Dicen así:

- El primer chiste del caballo trataba de un grupo de asiduos a una tertulia hípica que queda literalmente en vilo el día que uno de sus miembros llega cantando las excelencias de su nueva adquisición: «¡Qué suerte he tenido con este nuevo caballo! Un caballo que igual te sirve para correr en el hipódromo que para los concursos de salto. ¡Y menuda estampa tiene para salir de paseo! Lo engancho al arado y no veas cómo tira. Cuando yo me voy, sabe cómo vigilar la casa. Incluso ha aprendido ya a decir unas palabras».


Al cabo de una exaltación tan encendida y entusiasta de las habilidades del caballo, uno de los presentes se interesa en comprarlo. El propietario se resiste un poco -«No vendería este caballo ni por todo el oro del mundo»-, pero cuando la oferta sube termina por ceder, alegando con tristeza que necesita el dinero.


Una semana después el nuevo dueño del caballo llega a la tertulia echando humo por las orejas: «¡Menuda porquería de caballo! Es el más lento del hipódromo, no salta una valla ni aunque lo lleves en brazos, es tan desgarbado que parece un dromedario… No he visto un jamelgo más vago, ni un bicho más tonto. Se me mete en la casa y deja el suelo perdido, tiene ladillas, ronca por las noches…».
Como quiera que la cascada de vituperios no parecía que fuera a tener fin, el anterior propietario se siente obligado a intervenir y le dice a su airado sucesor: «Sí, tú sigue hablando mal del caballo, y a ver cómo lo vendes…».

Segundo chiste del caballo:

- Resulta que en la celda de los condenados a muerte se monta una gran algarabía porque uno de ellos ha logrado ser escuchado "in extremis" por el Emperador y ha obtenido el aplazamiento de su ejecución durante un año. «¿Y cómo lo has conseguido?», le preguntan admirados los demás reos. «Muy sencillo -responde el fulano-, le he dicho al Emperador que, si me daba ese plazo, yo le enseñaría a hablar a su caballo».


«¡Pero tú estás loco! Sabes que eso es imposible. Cuando el Emperador se dé cuenta de que le has tomado el pelo montará en cólera. Tendrás una muerte terrible. Serás torturado. Te cocerán a fuego lento…». El fulano escucha imperturbable las recriminaciones de la parroquia y al cabo de un rato explica sus cálculos: «Sí, todo eso es verdad. Pero, mira, en un año se puede morir el Emperador y entonces su hijo decretará una amnistía… En un año puede producirse un terremoto que derribe las paredes de esta cárcel y todos nos escaparemos cómodamente… Oye y, en el peor de los casos, quién te dice a ti que, de aquí a un año, al jodido caballo no le dé por hablar…».

Según los malvados "periodistas-plumillas-locutores", esa es la mentalidad con la que dicho político está afrontando su reválida como líder de la oposición. Puesto que mientras hay vida hay esperanza, confía en que el hundimiento de la confianza en el Presidente del Gobierno, el extremado deterioro de la situación económica o un inimaginable golpe de suerte provoquen un vuelco en el electorado y le lleven contra todo pronóstico a ser el ganador de las elecciones. No deja de ser lógico que el propio Presidente, sea quien encabece esa larga lista de escépticos, pero el caso es que lo hace no sólo por obligación sino también con devoción.


Para el inquilino de La Presidencia del Gobierno de España y al Presidente del Gobierno de Canarias, es poco menos que un imposible metafísico que nadie pueda llegar a sucederle. Es más, está convencido de que si nada altera durante la legislatura tiene prácticamente garantizado un nuevo mandato en el caso de que decida volver a presentarse. Y eso al margen de cuál sea la profundidad de la crisis y el calendario de la recuperación: «Con ese candidato el partido de la oposición no me ganará nunca».


Es lógico que el actual presidente piense que: "Ese candidato no me ganará nunca"...pero que algunos "periodistas-plumillas-locutores" hayan prescindido de la "ecuanimidad" para intentar por todos los medios - "de comunicación" - que dos prometedores caballos (Mariano en representación de España y Juan-Fernando en representación de Canarias), no participen en la próxima carrera, es de una mezquindad imperdonable en el "periodismo" español.

Esos"periodistas-plumillas-locutores-tertulianos" tendrán que ir aprendiendo el tercer chiste del caballo y, por supuesto, dimitir del noble arte del PERIODISMO.

Recordemos aquel chiste-adivinanza infantil que se contaba a los niños para que fueran desarrollando su...inteligencia.


EL TERCER CHISTE DEL CABALLO: Se le preguntaba al nene: ¿Ladra mucho el pe...?, y el niño listo debía contestar: "rro".
¿En lo alto del tejado cacarea la galli...? y el niño, inteligente, respondía: "na".
Se les pregunta a los "presuntos periodistas": ¿Quién se va a tragar la mierda del caba....?
Y los listos e inteligentes "plumillas-locutores-tertulianos"... sabrán la respuesta correcta.
Que les aproveche.

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