LA PROVINCIA - 16/12/2010
NICOLÁS GUERRA Puede resultar sarcástico que yo denuncie privilegios, pues gozo de uno concedido por ley (adelanté mi jubilación -por razones éticas, eso sí-). A la vez, recuerdo La vida es sueño, cuando Segismundo se pregunta: "¿qué privilegios tuvieron / que yo no gocé jamás?"
Y es que me quedó clara la insistencia del señor Zapatero en el Congreso (jueves pasado) sobre los privilegios de unos pocos frente a casi todos. Repitió que los controladores aéreos gozan de prerrogativas y derechos conseguidos de Gobiernos anteriores por chantajes, retos al Estado. Y que los colectivos de trabajadores ya quisieran las exquisitas ventajas económicas de aquellos. Pero ante la enésima coerción que pretendieron ejercer, se echó mano a la Constitución (algunos creemos que el "estado de alarma" debe ser muy, muy vigilado para la pureza democrática).
No obstante, se quedó corto el señor Zapatero ante los "privilegiados". Todos los oradores lo apoyaron pero, salvo el señor Llamazares, ninguno llegó más allá de lo escrupulosamente marcado. Porque si de privilegiados se habla, podríamos hablar también de las propias señorías: gozan de exquisitas nóminas (cobran pluses por ir al trabajo; pueden llegar a 6.500 euros al mes, y reciben el ochenta por ciento durante dieciocho meses una vez dejan el cargo); las protegen millonarios seguros de vida, máximas pensiones que se consolidan tras cumplir ocho años de servicio (también cargos autonómicos, añado). Todas gozan de exquisitas ventajas en sus desplazamientos (viajes gratuitos -avión, clase preferente, tren).
Pero no solo ellas son privilegiadas. Hay concejales y directivos de empresas públicas que cobran más que catedráticos universitarios. Y gentes de muy limitadas capacidades con derecho a butaca en organismos paraoficiales, y cargos públicos que dejan sus trabajos y viajan por razones de sus partidos, pero no les descuentan los días de ausencia. Y, también, están aquellos privilegiados por sus apellidos, por ser hijos de quienes son, o yernos, o sobrinos... No, no solo los controladores vuelan alto en este país, señor presidente.
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Creo que sería muy conveniente para todos los españoles prorrogar "el estado de alarma con caracter preventivo" en todo el territorio nacional, a partir del 15 de enero de 2011, ya que es completamente seguro que "nuestra clase política" abandone sus "privilegiados puestos de trabajo" para dedicarse a defender sus "PRIVILEGIOS" con motivo de las próximas elecciones.
Creo, sincera-mente, que ha llegado la hora de que la sociedad civil se dedique a CONTROLAR - CIERTOS - PRIVILEGIOS.
Un saludo, profe.
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