LA PROVINCIA - 08/08/2010.-
EL NORTE
BRAGAS, GÜISQUI, HOTELES
NICOLÁS GUERRA AGUIAR La lectura de una noticia me ha desequilibrado racional, estética y éticamente. Tuve que deletrearla tres veces -¡y eso que estaba en español!- para confirmar que dice lo que dice, por más que la afirmación textual me parezca llegada de más allá del más allá, incluso hasta del espacio sideral, a miles de años luz.
Recuerdo que en mi época universitaria, muchas veces leía algunos párrafos o capítulos de obras filosóficas y, al final, estaba con más dudas que al principio. Se trataba, por ejemplo, de Nietzsche, de Marx, e incluso del mismo Marcuse, tan en boga en aquellos años juveniles. Llegué a dudar, a veces, de mi capacidad de comprensión, de entendimiento, hasta que sospeché que la tremenda confusión estaba directamente relacionada con la editorial. Y, así, en efecto, lo constaté: todas las obras habían sido publicadas por editoriales católicas, es decir, del Poder. Por tanto, la traducción se adaptaba al mensaje interesado del nacionalcatolicismo español y era, las más de las veces, por eso, ininteligible, incoherente, cuando no contradictoria.
Sin embargo, llegué a una taxativa conclusión: tenía que echar mano de ediciones clandestinas (Ruedo Ibérico, por ejemplo) que, a pesar de su rusticidad material (cubiertas, papel), garantizaban la fidelidad al texto original y, en el caso de obras en otros idiomas, la traducción también era rigurosa, correcta, sin apasionados desviamientos ideológicos.
Pero en el caso de la noticia leída no se trataba, no, de un contenido ininteligible, oscuro, confuso, muy al contrario: era tan claro como las cristalinas aguas del Tajo, aquellas del poeta Garcilaso, en las cuales los árboles toledanos se miraban. Dice así: "El uso del PP de Santa Cruz de la subvención del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife para comprar bragas, botellas de alcohol o costear estancias en hoteles, en sí mismo no constituye delito": tal afirman los juristas de Justicia y Sociedad (honradez, decencia, rigor democrático) en su denuncia ante la Fiscalía Anticorrupción. Pero no han podido denunciar las compras como tales con las leyes actuales, en cuanto que hoy no es delito, sino con las de aquellos años en que se realizaron los despilfarros, que sí lo prohibían (así, al menos, entiendo el texto que leo).
La cuestión actual, sin embargo, se complica: parece que tales compras no se hicieron, sino que los ppopulares echaron mano a facturas variadas para justificar las cantidades gastadas. Pero, gastadas, ¿en qué? Ahí está la madre de la baifa: ¿qué se hizo, hipotéticamente, con aquellas subvenciones, como para intentar justificar con facturas -supuestamente- falsas? Es decir: los populares tinerfeños recibieron una subvención oficial -nuestro dinero- por parte del Ayuntamiento santacrucero. Y, supuestamente, gastaron parte de él en braguitas, corbatitas, güisqui, hoteles... que no se materializaron. ¿Entonces? .
No entro -ya hay denuncia presentada- en ese laberinto tan extraño de compras que no son tales, aunque, eso sí, relacionadas -qué curioso- con el intramundo de la novela policíaca (una corbata, un hombre; unas bragui- tas, una mujer; hotel, güisqui... Pepe Correa o Alexis Ravelo podrán nove-lar tal complejo entramado detectivesco).
Pero voy a más, a lo absolutamente incomprensible para mí, a lo que me produce aquel desequilibrio racional del principio: resulta que comprar bragas, alcohol, corbatas... con dinero de los contribuyentes, con dinero que las Instituciones que deben velar por él reparten entre los partidos políticos, ¡no es delito, no es violación de la ley, en tanto que la ley no contempla como fechoría o malversación del dinero público su empleo en tales adquisiciones, tan básicas y fundamentales -eso sí- para el sostenimiento de la propia esencia democrática!
Y si no es delito, si se ha permitido durante años que no lo sea, ¿a qué esperan los psocialistas para, a través de procedimientos de urgencia, incluirlo en el código de la decencia y evitarle a los ciudadanos esta cabreante indignación de cómo se puede malgastar, miserablemente, su dinero?
BRAGASGATE
(La Mamotreta)
Una corbata...un hombre
Unas braguitas... una mujer
Hotel...güisqui
¿Pepe Gürtel?...¿La Cárcel de Internet?
YES VERY WELL
http://www.youtube.com/watch?v=deEnQELMpzU
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