CARGOS PÚBLICOS, CARGAS PÚBLICAS
14-07-2010
EL NORTE
NICOLÁS GUERRA AGUIAR Las nunca remansadas aguas de la Política en Canarias andan más revueltas, si cabe, aunque nos encontramos todavía en la tercera fase, la de mares de marejada. Sin embargo, y según la escala de las fuerzas de las olas, quedan aún variantes (fuerte marejada, arbolada, montañosa, enorme) que, si las poderosísimas fuerzas contrarias no lo paran, pueden llevarnos hasta la más revolucionaria de las convulsiones: que dos viceconsejeros de Justicia (uno, ex; la otra, en activo) hayan sido trasladados a los terreros de la judicatura lanzaroteña por sospechas testaferriles o por la necesidad de aclarar sobre supuestos, placenteros y gratuitos viajes a Marraquech -respectivamente-, resulta fuerte, duro, impactante. Pero, ya ven: necesario.
Hay más: la Administración política en Canarias está atiborrada de cargos públicos de cuyas existencias muchas veces no sabemos, ya porque se disimulan, ya porque son de reciente creación para ubicar a entes como una ex señora alcaldesa: en el momento de su rolexana detención ocupaba un puesto de extrañísima funcionalidad, de etérea actividad, algo así como delegada insular de ese organismo que es la Agencia de la Policía Canaria.
Porque eso es lo que hay y lo que también se hace con el dinero de la ciudadanía: quienes son abandonados por los votos ciudadanos y, por tanto, desposeídos de democráticas representaciones, pueden continuar en la nómina de otros organismos públicos, Canarias paga. Es más: algunos -precisamente por sus desocupaciones políticas en la oposición- acceden a un cargo, por ejemplo, para rellenar despacho de alto coste (por tanto, se supone que de alta responsabilidad), por más que sus conocimientos financieros sean inexistentes o supuestamente dudosos, da igual.
Bien es cierto que la Justicia comienza sus investigaciones, interroga, detiene, ordena encarcelamientos ante aparentes delitos. Y aunque sabemos que no puede precipitarse hasta reunir contundentes pruebas, los juicios no llegan (¿cuánto hace de los casos de Mogán, del eólico señor ex director general?); parece que se anquilosan los procedimientos frente al eterno devenir de los años, y todo sigue su curso monótono mientras pesan sobre los acusados las mundanas sospechas, y otros -¡son los de siempre!-, siguen usando su nombramiento digital para asesorar -a miles de euros- no se sabe qué, ni sobre qué, da igual...
Por eso dije que nos encontramos, por el momento, en la tercera fase de las potencias del oleaje, por más que sospechamos de alborotadoras y potentes sacudidas que llevarían a las olas a sobrepasar los siete, ocho, nueve metros, y a subir hasta casi los cielos, allí donde algunos aposentan sus intereses, los que se creen dioses o semidioses, entre despachos de alcaldías, juzgados, senados, congresos, diputaciones...
Se trata de personas convencidas de que lo suyo es a perpetuidad, incluso heredable. Porque mientras en Canarias el pueblo no exija la legítima revolución para la cosa electoral, siempre seguirán los mismos (más maduros, bien es cierto, lo que sabrán vender como "con más experiencia"). ¿Cuántos años, por ejemplo, llevan algunos en el poder y cuántos, por la misma indiferencia popular, les quedan? ¿Hasta qué punto permanecen frías, ordenadas y racionales sus mentes, para deslindar con absoluta precisión lo personal de lo político? A alguno de ellos, supongo, le pasará lo que a los indígenas americanos cuando vieron por primera vez a los conquistadores españoles en sus caballos: creyeron que eran una sola unidad, un único cuerpo, y no dos partes absolutamente diferenciadas.
Dentro de la clarísima incongruencia de nuestro sistema político, estoy convencido de que la continuada detentación del poder trastoca mentes; no enloquece, pero sí deforma las visiones de la realidad. Y creo que al paso de los años en coche oficial (treinta y pico llevan algunos), muchos profesionales llegan a identificarse tanto con la organización política, que ya no saben dónde termina el caballo y dónde empieza el jinete, o a la inversa.
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Don Benito Pérez Galdós, tuvo que disfrazarse de Gabriel de Araceli, para contarnos en primera persona, magistralmente, la Historia de España, lo sucedido en el siglo XIX. Otro canario llamado D. Juan-Ignacio Jiménez Mesa, con sus crónicas liberales nos contó, con lujo de detalles - navegando CONTRACORRIENTE -, lo que estaba sucediendo- en Canarias-España - a finales del siglo XX y principios del XXI; desgraciadamente, un golpe de mar (murió mientras disfrutaba de un crucero en compañía de su esposa), le impidió llegar a buen puerto; ahora, un nuevo marinero - con toda la barba - D. Nicolás Guerra Aguiar - ha cogido el timón y, a pesar de la arbolada marea, enorme marea, quiere llevar la nave CANARIAS hacia el SIGLO XXI, contando la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad; la mejor forma de navegar....CONTRACORRIENTE.
Canarias necesita muchos, MUCHOS marineros que estén dispuestos a navegar...CONTRACORRIENTE.-
DON NICOLÁS GUANARTEME
Es el nuevo "Guanarteme"
desde las cuevas de Gáldar
navega "Contracorriente"
"Guanche" con toda la barba
http://www.youtube.com/watch?v=C8IswFZQaOw&feature=related
CANCIÓN: "No nos moverán"
(la verdad es que alguno se lo ha tomado al pie de la letra)
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